miércoles, 24 de agosto de 2011

La Paz (Sin Paz)


Aca estamos de nuevo. La historia había quedado congelada en Copabacana con nuestro intento fallido (pero no imposible) de ser los reyes del panqueque.
Luego de despedirnos de los chicos del sapo y del cordobes, volvimos a ser tres.

Nuestro gran amigo “fede Boido” nos recomendó que vayamos a un pueblo llamado Sorata y para alla fuimos. A unos 60 km de distancia del lago Titicaca con un camino de cornisa de una sola mano (en donde los camiones con acoplado manejan como si estuvieran en la 9 de julio) el clima cambia completamente. Pasamos del agua del lago al paisaje de las impactantes montañas nevadas.
Nos Hospedamos en un hostel llamado “Reggae house” y como no había habitaciones con cama dormimos en unas colchonetas de paja, al lado de la cucha del pitbull del dueño, que por las noches empujaba la puerta del cuarto y entraba para ver que todo este en orden y que no le ocupemos su hogar. Otro detalle es que los dueños tienen una pareja de monos a los cuales tratan como hijos. William y Wilson fueron salvados de la venta ilegal de animales y sus padres adoptivos esperan poder crear una reserva en la selva Boliviana para poder devolverlos a su hábitat natural.
Era normal estar comiendo en el jardín y jugar con ellos, el problema era que cuando te descuidabas te metían la mano en el bolsillo y te sacaban lo primero que encotraban.
En Sorata nos hicimos amigos de tres franceses: Swan , Cindy y Vicente . Con ellos compartimos una excursión a la Gruta de San Pedro, una cueva que tiene doscientos cincuenta metros de profundidad, que además de tener una infinidad de especies de murciélagos, cuenta con un lago interno del cual no se sabe su verdadera profundidad. “Pancho” el cuidador de la gruta, entre otras historias nos conto que hace mucho tiempo un chino, en busca de oro, se sumergió en el lago con su traje de buzo y nadie mas supo de el. ( la duda que nos quedo fue si este loco se murió o se hizo el zota y se lleno de oro). Otro detalle del lugar fue encontrar una especie de anfiteatro en donde los chicos de las escuelas locales hacen representaciones.
Una noche en el jardín del hostel conocimos a Alejandro. Un colombiano que tenia mas datos de futbol que Alejandro Fabri. Lo desafiamos a que nos haga una lista de trescientos equipos de todo el mundo. Sin ayuda, arranco a las diez de la noche. En la mesa éramos siete personas que luego de escucharlo nombrar equipos por mas de cuatro horas nos fuimos a dormir. Lo mas lindo de todo fue que al otro dia nos despertó diciendo “solo me faltan diez” y después de tomar el desayuno Alejandro cumplió con su promesa. Lo mismo hicimos nosotros en Buenos Aires con todo el grupo de amigos y estuvimos como seis horas para hacer la lista.
Sorata fue uno de los lugares mas lindos que visitamos (Esto se esta volviendo muy repetitivo…pero la verdad es que cada lugar que conocemos nos sorprende aun mas que el anterior).
Nos fuimos rumbo a La Paz. Entre curva y contra curva y luego de tres horas de viaje, las chicas tuvieron la mala idea de enseñarnos francés (tan duros somos que tuvieron que regalarnos un diccionario) y luego de aprender un par de palabras, llegamos a destino.
La Paz es un lugar increíble. Por un lado no podemos dejar de mencionar El transito cotidiano que es un caos. La ciudad es una especie de wok u olla, arriba se encuentra “El alto” (lo que para nosotros seria el conurbano bonaerense) y por debajo se encuentra el centro. Los Paceños tienen una especie de tradición suicida que a nosotros nos dio miedo, aceleran afondo en todas las subidas y en lugar de pisar el freno para disminuir la velocidad en las bocacalles, tocan bocina y siguen de largo a todo lo que da.
Esto no opaca la belleza de la capital de Bolivia, los mercados, como el de Brujas o el del Alto son paradas obligadas. Tuvimos la suerte de estar en el desfile anual de la principal facultad del Pais, la UMSA. Unas 25.000 personas desfilaron por la avenida principal, al ritmo de la saya y de las morenadas. Los estudiantes con sus trajes bailaron por mas de siete horas y La gente paga por tener un asiento en la vereda. Nosotros cansados de caminar osamos sentarnos, pero con lo que salía una silla dormíamos dos días en el gran Hostel Carretero, nuestra casa en La Paz. La ciudad se paro por este acontecimiento y nosotros no paramos de caminar.
Podemos considéranos expertos críticos de la comida boliviana. Probamos todos los platos. Pero hubo algo que nos llamo la atención: Los Bolivianos son genios mundiales a la hora de preparar el pollo. Lo aprovechan en todas sus formas y variantes, lo comen frito ( a la broster), lo mezclan con papas fritas, con arroz, con fideos, con porotos … en fin con todo lo que se pueda combinar.
No quedemos olvidarnos de platos tales como corazón de pollo con papas, de las empanadas de queso, de los panchos fritos, de las hamburguesas con ensalada rusa y de nuestro tan querido y barato “Salchipapa”.
Capaz que por todo lo mencionado en el párrafo anterior, nuestra estadia en La Paz se demoro dos días más. Pancho y Rafa cayeron enfermos y Matias como buen amigo que es, les preparo una dieta a base de sopa y arroz.
Es muy común ver en todo Boliva, bailes callejeros, es una característica de su cultura, tanto sea Uyuni, Copacanaba o La Paz, siempre va a sonar un ritmo de Saya o una Morenada.
Una vez recuperados, nos despedimos del Carretero y fuimos rumbo a Ouro. El transporte publico es muy barato, un trayecto de 300km no sale mas de $30ARS. Los micros no tienen baño, pero si pasan películas, y aunque a veces apagan el televisor justo en el final, sin importarles que uno casi se queda ciego por estar dos horas mirando un monitor a veinte metros de distancia, pero nada podemos criticarlos. Fuimos felices con el servicio que nos brindaron.
En la tierra de Evo, nos recibimos con honores en la carrera de comerciantes. El regateo es moneda corriente y no es algo que este mal visto. La mayor parte del pueblo Boliviano vive del comercio y los precios de un producto cambia de un local a otro, nos acordamos todo el tiempo de Lita de Lazari cuando decía “Camine señora, camine”. Alguna enseñanza nos dejo esta señora.
En Oruro visitamos una mina del siglo XVI, donde arriba de la misma se construyo una Catedral en donde se venera a la virgen de los mineros “la virgen de Socavon”, entrar a una mina es bastante impactante, si bien esta parte del socavon, era un museo y no estaba en funcionamiento, es fuerte ver los túneles y las condiciones en donde trabajaron y trabajan los mineros.
A la salida de la mina, nos encontramos con lo que para nosotros fue una de las mayores atracciones de la ciudad, al lado de la iglesia habia una gran escalinata con un tobogán para que los chicos jueguen al “culipatin”. No pudimos resistir la tentación de tirarnos. Nuestros maestros fueron chicos de diez y dieciocho años con los cuales no solo pasamos toda la tarde jugando, si no que compartimos una gran charla en donde nos enseñaron de futbol Boliviano.
Matias cada vez se desempeña mejor en la labor de chef. Es un especialista en cocinar en espacios reducidos, como por ejemplo en el cuarto de un hostel 2x2. El es capaz de elaborar platos complejos, como fideos con crema o arroz con Atun a la cebolla de verdeo. Solo le falta ajustar un poco los tiempos de cocción.

Ya cada vez mas cerca de Argentina, fuimos a Potosi, una ciudad muy antigua y pintoresca, donde esta lleno de minas (subterráneas!!). No visitamos ninguna, nos cobraban mucha plata para recorrerlas y no creimos correcto pagarle a una minera, ya que para nosotros no era un paseo turístico, sino conocer la realidad que se vive ahí dentro.
Donde si fuimos fue a las termas del Ojo del Inca. Tomamos una combi desde la ciudad y luego de 40 minutos de viaje, nos bajamos 500m de las mismas. Como tenemos un Gps interno , no nos guiamos por la ruta que nos habían indicado y tomamos nuestro propio atajo. Frente a nosotros teníamos una linda montaña y fiel a nuestro instinto decidimos escalarla , pero cada vez que subíamos y pensábamos que habíamos llegado, la montaña seguía subiendo. Claramente nos habíamos equivocado de camino.
Largo rato después, llegamos a las termas. El ojo del Inca, es un antiguo volcan donde brota agua a 30º de temperatura. En la antigüedad Los incas bajaban desde Perú para hacer rituales y ceremonias. En la actualidad, una vez al mes se siguen haciendo rituales, como ofrenda a la Pachamama.
Nos dio un poco de miedo entrar, ya que nos enteramos , por comentarios de otros viajeros, que mucha gente murió ahogada por causa de las corrientes internas o remolinos . Tomamos coraje y nos metimos. Pudimos comprobar que es peligroso ya que solo se hace pie, solo pegado a la orilla. Disfrutamos un par de horas de agua caliente, algo que para nosotros vale oro.
A la noche fuimos a una fiesta universitaria, donde se elegia a la Reina de la misma. Vimos el desfile y nos tomamos unas cervezas. En Bolivia todo se toma a temperatura ambiente, en la barra había un cartel que decía “la cerveza se toma al tiempo, estamos en Potosi”. Creemos que si Sebi y Nico ponen el mismo cartel en www.debar.com.ar , los prenden fuego.
Ya faltaban solo dos días para cumplir un mes en Bolivia, cansados de estar si la scooby, decidimos emprender la vuelta a Humahuaca, para reencontrarnos con nuestro amor de cuatro ruedas.
El ultimo trayecto que hicimos fue Potosi – Villazon, viajamos por diez horas de noche. Una anécdota para contar fue cuando una hora antes de llegar, una francesa nos despertó a los gritos (literalmente), hablándonos en Ingles, nos hacia gestos con las manos como loca y nosotros no podíamos saber que nos estaba diciendo. Despues de quince minutos desciframos que ella con el novio se habían quedado dormidos y se pasaron de ciudad. Estaban preocupados por que pensaban que los choferes habían bajado su equipaje del micro. Era una charla de locos, ella hablaba un ingles afrancesado incomprensible y nosotros un ingles de La Paternal y Flores lastimoso. Fue ahí que extrañamos a nuestras amigas francesas para que nos hagan de traductoras. En fin, nada paso con los bolsos, estaban ahí.
Una vez en la terminal de Villazon, esperamos que amanezca para cruzar la frontera, muertos de frio nos dormimos un rato a esperar que salga el sol. Nuestro tan preciado anhelo de tomar un café con leche y medialunas estaba cada vez mas cerca. Cruzamos por fin la aduna (esta vez sin problemas) y en un bar de la Quiaca comiéndonos una de grasa y otra de manteca nos enteramos de una terrible noticia: la muerte de Leo Matiolli.
La pasamos muy bien en Bolivia, es un lugar hermoso, con una cultura completamente distinta a la nuestra. Quien tenga la oportunidad de ir no se va a arrepentir.





4 comentarios:

Santi dijo...

Hola amigos, Soy Santi (Argentino), les escribo desde Barcelona. Soy viajero de profesión y amante de las combis desde hace algún tiempo.
Les cuento que el lunes pasado los escuché en vivo en la Radio Kombinauta. Aquí eran las 4 de la mañana! jeje.!!
Les mando un abrazo grande, sigan con esas ganas que llegarán muy lejos, seguro!

Víctor dijo...

Cada vez que actualizan la página más convencen, a quienes desde siempre apoyamos este proyecto, (soñado por ustedes desde hace tanto tiempo), que la vida premia a quienes se esfuerzan en alcanzar sus objetivos y transformar, antiguos sueños en presentes realidades.-
Un fuerte abrazo de quien mucho los quiere.-

COMETOON dijo...

Muchachos, a las 5 de la madrugada no tendran mucha suerte en conseguir completos, se perdieron mis pichangas calientes (chorrillanas)o las papas fritas, no olviden de pasar nuevamente por el COMETOON en Iquique y disfruten a demas de nuestros sandwich y colaciones como así de nuestra wi-fi que veo siempre necesitan. Un abrazo y suerte.

Anónimo dijo...

Hola estoy leyendo su blog hace unos dias y ahora acabo de leer que estuvieron en sorata y potosi. yo estuve en el 2007 fui a casa reggae tambien recomendado (espero que hayan conseguido la famosa hoja de diario) y en potosi pare en el mismo hostel tambien! nose si sera tarde para recomendar el camino de la muerte desde la paz a coroico! INCREIBLE.
SUERTE EN EL VIAJE, IGNACIO.