Aca
estamos de nuevo, como ya es costumbre, después de varias semanas sin
actualizar el blog, nos ponemos al dia.
La
historia había quedado en Guayaquil, desde donde partimos para Montañita, el
primer lugar con playa donde la scoobyneta iba a hacer una larga parada.
El camino de Guayaquil a Montañita es muy bueno, es una ruta que por momentos tiene 3 carriles, asi que llegamos sin problemas (además es todo llano). Cuando llegamos al pueblo no había mucha gente, porque todavía no era la temporada fuerte. Caminando por ahí nos reencontramos con Diego (El Cordobes) y Lucas del Renault 12 con quienes nos habíamos despedido meses atrás en Copacabana. Fuimos al Camping donde ellos estaban parando y ahí también conocimos a Franco y Gise, dos genios que vienen subiendo desde la ciudad del Che y Olmedo, a Gabi, un gran personaje, que los primeros días no hablaba mucho, pero cuando se solto se convirtió en un gran amigo. Ahí también conocimos a Manuel y Caro, una pareja de Colombianos que también andan dando vueltas por Latinoamerica hace un buen rato.
El camino de Guayaquil a Montañita es muy bueno, es una ruta que por momentos tiene 3 carriles, asi que llegamos sin problemas (además es todo llano). Cuando llegamos al pueblo no había mucha gente, porque todavía no era la temporada fuerte. Caminando por ahí nos reencontramos con Diego (El Cordobes) y Lucas del Renault 12 con quienes nos habíamos despedido meses atrás en Copacabana. Fuimos al Camping donde ellos estaban parando y ahí también conocimos a Franco y Gise, dos genios que vienen subiendo desde la ciudad del Che y Olmedo, a Gabi, un gran personaje, que los primeros días no hablaba mucho, pero cuando se solto se convirtió en un gran amigo. Ahí también conocimos a Manuel y Caro, una pareja de Colombianos que también andan dando vueltas por Latinoamerica hace un buen rato.
El
5 de diciembre festejamos el segundo cumpleaños en el viaje, Rafa paso al
equipo de los 28, para festejar, improvisamos una choco torta con un toque
brasilero que no quedo como planemos pero lo importante fue el amor que le
pusimos. Se le hizo entrega de la camiseta del seleccionado Ecuatoriano y nos
reimos mucho viendo algunos videos y fotos que los amigos de Bs. As. Le
mandaron para saludarlo.
Estuvimos
en el camping un par de días, pero la dueña era una vieja insoportable, asi que
nos alquilamos una casa entre todos y nos mudamos. La casa estaba muy buena, era
nueva y unos días después de habernos mudado llegaron unos nuevos vecinos, unos
chicos de Buenos Aires que vienen subiendo tocando música que habíamos conocido
unos meses atrás cuando estuvimos en Salta.
Montañita
es un pueblo muy chico, el centro son 4 cuadras y ahí se conglomera toda la
gente que viene de todas partes del mundo. Por esas 4 cuadras de noche casi no
se puede caminar de la cantidad de gente que anda dando vueltas, las playas
están también repletas de gente. Es un buen lugar para poder hacer algo de
plata, porque hay tanta gente que haga lo que uno haga, se vende.
Los
primeros días salimos a la vender a la playa unos burritos y nos fue bastante
bien, pero a la hora de dividir las
ganancias lo que quedaba no era mucho, asi que probamos conseguir trabajo en
bares y restaurantes, Pancho y Matias entraron a trabajar en un restaurant
grande, pero la verdad que el trato de sus dueños y la paga tampoco eran buenos
asi que solo duraron unos días. Rafa hizo su primer prototipo de sillón
reciclado, hecho con botellas de plástico que quedo muy bueno y salió a
ofrecerlo por los locales, pero tampoco tuvo mucho éxito.
Leo,
nuestro compañero ciclista, cargo todas sus mochilas en la bici, y siguió viaje
para el norte, fue una despedida temporaria, ya que en unos meses nos volvemos
a encontrar en su ciudad natal, Rio de Janeiro. Gracias Leo por todo, ya van a
reencontrarse la Scooby y Caisara por tus tierras.
El
15 de diciembre, llego la hora de festejar
el cumple de Matias, decoramos la casa con globos y carteles, y como el
presupuesto ya estaba muy ajustado, nos quedamos en casa cenando y mirando
pelciulas.
Seguimos
en números rojos, Matias y Rafa, empezaron a trabajar en una choripaneria
argentina, pero no funciono, asi que se pusieron a producir empanadas para
vender por el pueblo y Pancho entro a trabajar de mesero en un restaurant.
La
convivencia en la casa no era del todo buena, asi que ahí se quedaron los
Colombianos, y en vísperas de navidad, Franco, Gise, Gabi y nosotros tres nos
quedamos sin techo!, lo bueno de esto fue que ahí conocimos a un grupo de
amigos genial. Unos amigos de Franco y Gise estaban viviendo en Manglaralto, el
pueblo que queda al lado de Montañita, y cuando se enteraron que andábamos sin
lugar donde parar, sin dudarlo nos invitaron a su casa. El Cabe, Nico, Rodri,
El Pajaro, Juli, Cata y Barbi nos abrieron las puertas de su casa y con ellos y
otra banda mas pasamos una navidad
inolvidable, con mucha comida, muchos brindis y guitarreadas que duraron hasta
la mañana siguiente.
El
mismo 25 a la tarde, salimos a buscar casa, y la encontramos, a pesar de estar
a medio construir y ser un poco chica para 6 personas, Rafa se encargo de mover
algunos ladrillos y cañas para que uno de los ambientes que estaba inhabitable,
sea nuestra cocina y comedor.
Nuestra
amiga Elin llegaba a Guayaquil desde Cartagena, asi que Pancho y Matias fueron
con la Scoobyneta a buscarla, y aca la Scooby nos volvió a mostrar porque es la
mas fiel de todas.
Como
decíamos antes, el camino Montañita-Guayaquil, es espectacular, para ir tardamos algo asi como dos horas y
media. Llegamos al aeropuerto y nos encontramos con Elu, que después de viajar
varias horas en micro y avión, finalmente llego. Salimos rápido para Montañita
porque Pancho entraba muy temprano a trabajar, pero hubo un error de cálculos
con el gps y nos fuimos por otra ruta. Cuando ya habíamos hecho como 4 horas y
vimos lo que faltaba, nos dimos cuenta que algo estaba mal. Si seguíamos la
ruta del GPS íbamos a llegar a Montañita en otras 4 o 5 horas…y encontramos un
camino de unos 50km que nos conectaba con la ruta correcta para llegar, como ya
estábamos muy justos con el tiempo, entramos por ahí. Ya antes de salir, la
scooby tenia un problema con el embrague, pero como el camino era todo ruta, no
fue mucho problema para llegar a Guayaquil. Este camino de 50km donde nos
metimos era realemente impenetrable, era de noche y no había nadie y por momentos
era de arena, barro, ríos…con muchas subidas, un camino para hacer únicamente
con una 4x4. La scooby le puso el pecho a las balas y se metió, cuando nos
dimos cuenta que era un camino terrible ya habíamos hecho unos cuantos km, la
caja de cambios empezó a fallar, ya no entraba ningún cambio, asi que, en el
medio de una selva, y de noche tuvimos que parar a ver que hacíamos. A lo lejos
vimos un tractor que estaba parado y pudimos hacer que entre la primera y
segunda marcha (mediante tornillos, alambres y arandelas) y muy despacio
seguimos. Se hizo de dia y alcanzamos a uno de los tractores y nos dijo que el
camino seguía siendo asi como venía hasta ahí… la scooby casi agonizando subia
por caminos muy empinados, cruzaba ríos, derrapaba en la arena… por suerte unos
señores que andaban con un camión por la zona nos acompañaron por si nos pasaba
algo, y después de 6 o 7 horas salimos a la ruta nuevamente. La verdad que no
tenemos palabras para la scooby, que en ningún momento nos dejo tirados, a
pesar de haberla castigado tanto.
Bueno,
después de semejante travesía, llegamos a Montañita, donde Elin nos confeso que en un momento tuvo
miedo…jeje. Quizas nosotros ya nos estamos acostumbrando (mal) a que sea como
sea, la scooby llega a donde tiene que llegar.
Ya
se iba el 2011, el año en el que comenzó el Scoobytrip, sin dudas muy especial
para nosotros. Igual que en navidad, para el 31 a la noche éramos una banda
gigante, y como aca se acostumbra a las 12 quemar un muñeco, nosotros tuvimos
nuestro Papa Pitufo para que arda en llamas. También tuvimos mucha comida y
bebida, pero esta vez se noto el toque argentino, hubo Choripan y Fernet para
brindar. La verdad que la pasamos de diez, comimos, bebimos, cantamos y
bailamos mucho, y después nos fuimos al pueblo, que estaba colapsado de gente.
Un
dia en nuestra casa a medio construir, donde todos los días encontrábamos algún
bicho nuevo, un alacrán se encargo de darnos un lindo susto, lo pico a Pancho en
un dedo y casi de forma instantánea se le adormeció la mano y la lengua! Capturamos
al agresor en un frasco y salimos corriendo para el hospital, que está a 2 kilómetros
del pueblo. Hicimos dedo en la ruta y una camioneta nos llevo casi volando,
luego de varias inyecciones, el equipo completo volvió a la casa, y luego de una
votación, se decidió exterminar al alacrán.
La
semana siguiente fuimos a hacer un poco de turismo comercial para que Elin
conozca un poco mas de Ecuador, igualmente siempre al estilo scoobytrip. Fuimos
a hacer snorkel a Salango, una isla que esta en Puerto Lopez (a una hora y media
de montañita), el tour para los turistas costaba 25 dolares, pero nosotros
fuimos a hablar con un pescador que nos llevo con su bote (y los equipos de
snorkel que alquila su hija) por solo 6 dolares. Estuvo muy bueno, vimos peces
de muchos tamaños y colores, estrellas de mar azules y corales.
Llego
el dia de despedir a Elin, con quien compartimos dos semanas muy lindas!
Queremos agradecerle por la paciencia y los cambios de ultimo momento que
hicieron que recorra Colombia por completo en 2 días arriba de un bus. Matías y
Rafa la acompañaron a Guayaquil a tomar el avión, esta vez en bus porque la
scoobyneta no estaba en condiciones de salir a las rutas. Gracias Elu por tu
visita! Ya sabes que la scooby te espera cuando quieras volver.
Al
día siguiente tuvimos otra gran despedida, Franco y Gise siguieron viaje y de
pronto la casa empezaba a quedarnos grande (a pesar de ser un solo cuarto con 4
camas). Queremos también agradecer a nuestros amigos rosarinos por toda la
buena onda y los momentos compartidos, sin dudas vamos a extrañarlos mucho! De todas
formas ya quedo arreglado el encuentro en Rosario para nuestra vuelta.
En
Montañita nos reencontramos con Alan, nuestro amigo que hicimos en Uyuni, así
que se vino a vivir con nosotros. Un día que coincidieron los francos,
decidimos ir a visitar Los Frailes, un parque nacional que todo el mundo nos
recomendaba. Entonces acomodamos la scoobyneta y salimos con Alan y Gabi para allá…
y a mitad de camino, la scoobyneta tuvo su primer lesión fuerte del viaje, se
nos rompió la caja de cambios. Tuvimos que volver en tercera muy despacio y
llegamos a Montañita nuevamente. Los ánimos no eran los mejores, nuestra gran
compañera estaba dañada y el dinero no era algo que nos sobraba, así que nos
propusimos juntar plata para poder arreglarla y seguir viajando. Por este
motivo nuestra estadía en Montañita se prolongo unas semanas más.
Ahí
fue que conocimos a Cinthia y Camila, dos chicas argentinas que también estaban
hace un tiempo en Montañita. Al poco tiempo de conocerlas ya éramos como amigos
de mucho tiempo, Matías, Rafa y Alan ampliaron el negocio de las empanadas y se
pusieron a trabajar junto con ellas en la producción masiva de colitas para el
pelo y vinchas. El negocio fue un éxito, de una semana a la otra, casi todas
las chicas del pueblo andaban con algún accesorio de “La Empresa”. Hasta
llegamos a tener compras a pedido.
Como
el contrato de nuestra media casa se terminaba, y comenzaba la temporada alta,
el dueño nos propuso un nuevo precio, pero lejos estaba en nuestro presupuesto
poder pagarlo, así que las chicas nos invitaron a su casa, en el famoso barrio “Casitas
de colores” y los 6 nos mudamos para allá.
Conseguimos
un mecánico especializado en VW en un pueblo que estaba a unos 100km, y allá
fuimos…lo que suponíamos sucedió, el arreglo fue carísimo, entre mano de obra y
repuestos gastamos más de 500 dólares, un numero casi astronómico para nuestro
presupuesto.
Por
primera vez en todo el viaje, dejábamos a la Scoobyneta sola en manos de un
desconocido, fueron unos días bastante traumáticos.
Pasaron
algunos días y llego la hora de ir a buscar a nuestra querida kombi. La verdad
que nunca volvió a funcionar como antes, pero al menos funcionaba.
Así
que trabajamos hasta el ultimo día para poder pagarla y llego la hora de irnos
de Montañita.
Gabi
se quedaba en el pueblo trabajando unos meses más para juntar plata y seguir
subiendo más adelante. Alan, Cinthia y Cami se unieron al scoobytrip rumbo al norte.
La
scoobyneta estaba más cargada que nunca, y antes de dejar el pueblo fuimos a
vender algunos artículos. En menos de 3 horas vendimos las dos tablas de surf,
una garrafa y una wafflera. Con menos peso y un poco mas de dinero, nos despedidnos
de nuestro gran amigo Gabi y salimos a la ruta.
Ahora
con la kombi arreglada, volvimos a Los Frailes, un lugar realmente increíble,
con playas paradisiacas y un paisaje de película. Como es un parque nacional,
solo pudimos quedarnos hasta las 5 de la tarde, porque se cierra y todo el
mundo tiene que salir.
Seguimos
viaje rumbo a Canoa, una playa que muchos viajeros nos habían recomendado, pero
para nuestra sorpresa, el lugar no era muy lindo, después nos enteramos que a
causa de las lluvias el rio que desemboca en esa playa había arrastrado mucho
barro, plantas y troncos.
Pasamos
un día ahí y la scoobyneta fue rumbo a una nueva capital, Quito. El camino fue mejor de lo pensábamos (la idea
de tener que entrar nuevamente en las sierras nos asustaba un poco) pero la
scooby otra vez volvió a fallar, el embrague empezó a funcionar mal y de solo
pensar que otra vez teníamos que bajar el motor, comprar repuestos, etc , etc,
etc, nuestros ánimos andaban por el piso. Para completar, llegando a Quito, un
impresentable nos hace una multa por andar en el centro con número de placa
prohibido para ese día (en Quito hay una ley que prohíbe la circulación de vehículos
un día a la semana según su placa) casi creyendo que era un chiste (nuestra
placa viene de 13.000 km más abajo…) pedimos que nos deje seguir o estacionar
hasta la hora que estaba permitido circular, pero no hace falta que expliquemos
en este blog como es esa gente…por algo tienen la “profesión” que tienen… La
scoobyneta termino detenida en un estacionamiento de la policía. Al principio
todo estaba tranquilo, pero cuando nos informaron que teníamos que pagarles 100
dólares y esperar hasta el otro día para sacar nuestra casa de ese lugar, todo
se puso un poco más caliente. Empezamos pidiendo por favor que nos dejen sacar
la kombi para poder dormir y terminamos a las puteadas con algunos personajes
que trabajaban ahí, la cosa fue que pagamos la multa y cuando quisieron ponerle
fajas a la scooby les dijimos que si se quedaba ahí, íbamos a hacer un
inventario de todo lo que teníamos adentro, porque no confiamos en la gente que
viste uniformes. Al ver que no parábamos de sacar cosas, y que nuestro plan era
inventariar hasta el último tornillo de la kombi, cedieron y nos dejaron ir.
Pasamos un momento bastante feo, que sumado a la noticia de la nueva falla de
la camioneta, nos tenía un bastante bajonados. Pero como ya dijimos en algún momento…viajando
nos dimos cuenta que son muchas más las personas buenas que las que andan
complicando la vida de los demás…
Estábamos
estacionados en una estación de servicio, que fue nuestra casa por dos días y
de pronto se acerca un señor a preguntar de quien era la kombi. Nos pusimos a
hablar y saca una tarjeta de su taller, casualmente, especializado en Volkswagen.
No podíamos creer lo que estaba pasando, pero también sabíamos que no contábamos
con mucho dinero para pagar el arreglo. El señor nos dijo que llevemos la kombi
la otra semana a su taller que el la iba a revisar. Le explicamos nuestra situación
económica y lo que vamos a contar ahora, todavía nos tiene sin palabras:
Patricio,
el mecanico, nos dijo que nos regalaba el repuesto del embriague y que después arreglábamos
por el tema de la mano de obra. Pancho en ese momento (y como en muchos otros
momentos…) vestía su querida camiseta de Racing Club de Avellaneda, y Patricio nos
dijo que nos iba a ayudar a cambio de la camiseta de la Academia. Nadie podía creer
lo que estaba sucediendo, y mucho menos Pancho, su amor incondicional
blanquiceleste estaba dándole una nueva alegría a 13.000 kilometros de
distancia.
Mientras
nos preparábamos para ir a festejar lo que había sucedido, se nos acerca un
chico preguntando si nos íbamos a quedar más tiempo en Quito, ahí conocimos a
Pedro. El nos conto que hace unos años hizo un viaje similar al nuestro en su
kombi y nos ofreció su casa para que nos quedemos los 6 hasta que solucionemos
el problema de la Scoobyneta. No tenemos palabras para agradecerle a Pedro lo
que hizo por nosotros, sin conocernos, nos dio las llaves de su casa y nos recibió
como si fuéramos sus hermanos. El tiene un taller de serigrafía y nos va a
ayudar también con unas remeras del scoobytrip para poder vender en el viaje.
Hoy
estamos escribiendo esto desde su oficina, es Lunes y ya es muy tarde, asi que disculpen los errores gramaticales y "demases" cuestiones ortograficas. El miércoles
tenemos que ir a llevar la Scooby al taller de Patricio, el mecanico
Racinguista.
Ese
dia en la estación de servicio de Quito fue uno de los más lindos del viaje, la
verdad que es genial saber que hay gente tan generosa dando vueltas por ahí.
Sin
dudas Pedro y Patricio son unas de esas personas que vamos a tener siempre
presentes cuando contemos las anécdotas de este viaje.
Hasta
la próxima!
4 comentarios:
Sigue siendo apasionante "prenderse" en la lectura de sus aventuras y, por suerte pocas, desventuras.- (Pancho, menos mal que nos enteramos de tu incidente con el alacrán en "tiempo pasado", intento imaginarme la situación en casa si hubiera sido "just in time").- Comparto con ustedes aquello que rescatan, en una parte del relato que acaban de subir a la página, que por suerte en la ruta se han encontrado con más gente buena que con aquella poco deseable de cruzarse, pero agregando algo que le decía a Pancho chateando el otro día: esa "suerte" se la ganan los que se conducen como corresponde por el camino.- Sigan como hasta ahora que no variarán esas "proporciones".- Como es habitual, espectaculares las fotos que nos ilustran el recorrido.- Un fuerte abrazo.-
hola muchachitos!!!!!!!!!! bellísimas las fotos! y el relato alucinante!!!!!!Cömo zafaste Panchito, con el alacrán!!!!!!!!!que susto! puede ser mortal!!!!!!!!! menos mal que llegaron a tiempo. Que linda gente están conociendo, y que felices se los ve! sobre todo a Maty! jajajaj....Realmente se merecen lo que van encontrando en su camino!!!Estoy muy feliz por este sueño que estan realizando! y epero que se cure la Scooby!!Un abrazo de oso para todos!especialmente para vos Panchito! Te amo!!!!!!!!! Mamá.
Siempre es hermoso saber de sus andanzas. Todos, desde donde estemos, viajamos un poco en sus palabras.
Les dejo un link de otro empedernido viajero: http://acrobatadelcamino.blogspot.com/2008/12/vagabundeando-en-el-eje-del-mal-versin.html
abrazo, fede.
Por lo que se ve en la foto la pasaron increíble! Con mis amigas también quisimos hacer un viaje a Guayaquil, un poco de playa, un poco conocer sitios increíbles pero siempre estando juntas divirtiéndonos.
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